sábado, 26 de abril de 2014

Las TICS y su impacto en la didáctica

La Didáctica es la disciplina que se interesa por comprender, explicar y guiar el proceso de enseñanza en relación con el aprendizaje dentro de un contexto educativo institucionalizado.

La investigación didáctica ha demostrado la importancia de la actuación docente, entre otros factores, en el logro de los aprendizajes de los alumnos. En este sentido, el docente debe poseer determinadas competencias que asegure la eficacia del "acto didáctico" conservando su naturaleza comunicativa, dialógica, donde los saberes o contenidos de enseñanza han pasado por un proceso de transformación o “traducción” (Grisales y Gonzáles 2009: 84), a fin de que los alumnos puedan apropiarse de estos, reelaborándolos e integrándolos a su estructura cognitiva. La acción mediadora del docente en el proceso de enseñanza trasciende lo meramente aplicativo, para de esta forma constituirse en un investigador que reflexiona sobre su propia práctica, con los conocimientos teóricos y prácticos que le permitan articular un conjunto de acciones destinadas a la dirigir el aprendizaje en el aula, haciendo uso de estrategias acorde al objeto de enseñanza y el estilo de aprendizaje de cada uno de los alumnos. 

En mi opinión, al develar la naturaleza comunicativa del acto didáctico, podemos suponer, que los mismos problemas que afectan todo proceso comunicativo deberían también afectar el proceso didáctico. Probablemente no sea exagerada lo indicado por Molina, para quien al inscribir todo acto didáctico en un proceso de comunicación interpersonal, "es fundamental que todo educador se convierta en un experto en la pedagogía de la comunicación, lo cual, según Ball (1972), desde un plano existencial y ético exige ser un experto en la pedagogía de la palabra, en la pedagogía de la pregunta y en la pedagogía del silencio" (Molina 2005: 292). En todo proceso comunicativo, se busca que el mensaje enviado por el emisor sea correctamente comprendido, decodificado o interpretado por el oyente. Para que esto sea posible, tanto oyente como emisor deben compartir los mismos códigos. Estos códigos son proporcionados por el contexto sociocultural en la que ambos actores de algún modo participan. Sin embargo, en el contexto educativo, las cosas son diferentes, pues el mensaje (los saberes disciplinares o saber sabio) requiere que sea adaptado, transformado, a fin de que sea enseñable (saber a enseñar), es decir, apto para su enseñanza en ámbito escolar. Es tarea del docente (emisor) re-contextualizar dicho saber pues "el conocimiento contextualizado sugiere una mayor significatividad para el aprendiz en cuanto a la pertinencia de éste con el entorno social" (Rincón, citado por Chiappe 2012: 128). La transposición didáctica entendida como el “trabajo que transforma de un objeto de saber enseñar en un objeto de enseñanza" (Chevallard, citado por Grisales y Gonzáles 2009: 82), es fundamental dentro de la didáctica sobre todo a partir de la integración de las tics en el proceso formativo:

Es reconfortante darse cuenta que la Transposición Didáctica no es un concepto que descansa lleno de polvo o telarañas, ni es tampoco un asunto exclusivo de los teóricos científicos, por el contrario, es cada vez más vigente de cara a las tendencias de reutilización de la información, y atañe íntimamente al maestro, quien hasta antes de la incorporación de las tic era un actor pasivo, condenado a repetir por trabajo, las ideas de los demás. (Chiappe 2012: 131).

Contrario de lo que piensa, en la formación virtual o con apoyo tecnológico, el papel del docente no se reduce a convertirse en un facilitador, por lo contrario, deberá movilizar todos los recursos didácticos, conocimientos y habilidades para contribuir al aprendizaje de los alumnos, en un entorno asíncrono, abierto (sin límites espaciales), y por tanto, diverso. Si como sugiere Grisales, "una forma de comprender es a través de la pregunta, que así se constituye en un medio o un instrumento para la comprensión y la traducción" (Grisales y Gonzáles 2009: 84), es entonces a través de este acto que el docente restituye el sentido original del saber disciplinar, contextualizando los contenidos, dotándolos de esta manera de un “significado lógico", y así poder “relacionarse de una manera no arbitraria (plausible, razonable y no aleatoria) y no literal con cualquier estructura cognitiva apropiada y pertinente” (Ausubel 2009: 25). En entornos virtuales de aprendizaje, la transposición didáctica a la que son sometidos los saberes disciplinares, pasan a su vez, por otro proceso que es la adaptación de estos contenidos para su presentación en diversos formatos (audio, vídeo, animación, simulaciones etc.).  Muchas veces se comete el error de reutilizar, en la formación virtual, los mismos contenidos y actividades usadas en la formación presencial, olvidando que ambos son contextos distintos y que exigen determinadas competencias tanto para docentes como para alumnos. 

En mi experiencia como especialista en el uso de la tics, he sido testigo del fracaso de muchos programas por esta razón. He conocido casos de personas que al poco tiempo de empezar su formación profesional en modalidad a distancia, optaron por trasladarse a la modalidad presencial. La mediación de la tecnología en el acto didáctico no debe descuidar la naturaleza comunicativa del mismo, pues así es como se negocian los significados y se construye el conocimiento. Es pues a través de la interacción de significados potencialmente nuevos (propiciados por el dialogo) y las ideas previas presentes en la estructura cognitiva de cada alumno, es que se adquiere nuevos significados reales o psicológicos (Ausubel 2009: 25). Por tanto, se concluye que en la formación virtual o con mediación tecnológica, la responsabilidad de dar sentido a los contenidos a enseñar no recae exclusivamente en el docente, sino que es compartido por otros actores del proceso formativo como son los tutores y los propios alumnos.

Sin embargo, es tarea del docente desarrollar actividades de aprendizaje que permitan mantener la comunicación y el diálogo permanente, de lo contrario, las tics perderían su valor dentro del acto didáctico. Las discusiones sobre el acceso y democratización de la educación a través de las tics, si bien es cierto son interesantes, deben ceder el lugar a investigaciones relacionadas con su valor didáctico, sobre todo si consideramos que su incorporación en la enseñanza es un paso lógico e inevitable, como por ejemplo el uso de dispositivos móviles o el m-learning.

Bibliografía

GRISALES‐FRANCO, Lina & GONSALEZ‐ AGUDELO, Elvia (2009). El saber sabio y el saber enseñado: un problema para la didáctica universitaria. Educación y Educadores. Vol 12, N° 2, agosto ‐ sin mes. Universidad La Sabana; pp. 77‐ 86. Consulta: 14 de abril de 2014. <http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3084419.pdf‎>

MOLINA GARCÍA, Santiago (2005). Acto didáctico y lenguaje: perspectiva neuropsicológica. En Enseñanza. España: Universidad de Zaragoza, pp. 287-304. Consulta: 20 de abril de 2014. <https://drive.google.com/file/d/0Byw_Lgt_xm_ZaXloc1JaZUtBWVE/edit?usp=sharing>

CHIAPPE LAVERDE, Andrés (2012). “La transposición didáctica como concepto clave para las prácticas pedagógicas mediadas por las TIC: el caso de los objetos de aprendizaje móviles”. En CANTO HERRERA, Pedro (coord). Educación a distancia y tecnologías de la información y comunicación. México: Unas letras industria editorial, pp: 121-146. Consulta: 22 de abril de 2014. < http://www.academia.edu/2703649/La_Transposicion_Didactica_como_concepto_clave_para_las_Practicas_Pedagogicas_mediadas_por_las_TIC_el_caso_de_los_Objetos_de_Aprendizaje_Moviles_capitulo_de_libro_>

AUSUBEL, David P. (2009) Resumen de la teoría de la asimilación sobre el aprendizaje y retención de carácter significativo. En Adquisición y retención del conocimiento. España: Ediciones Paidos Ibérica, pp. 25-50.

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